Un día, Dracula (Vlad II Dracul) encontró a un campesino que vestía una camisa muy corta. También llamaba la atención sus pantalones tejidos en casa, que pegados a sus piernas, dejaban ver los lados de sus muslos. Cuando lo vio vestido de esta forma, Dracula inmediatamente ordenó que lo trajeran a la corte. "¿Eres casado?" le preguntó. "Si, lo soy, su Alteza". "Tu esposa es, con toda seguridad, una perezosa. ¡Como es posible que tu camisa no cubra la pantorrilla de tus piernas? Ella no merece vivir en mi reino. ¡Debe morir!" "Le ruego me disculpe, mi señor, pero estoy satisfecho con ella. Nunca sale de casa y es honesta". "Tú estarás te sentirás más satisfecho con otra ya que eres un hombre decente y trabajador". Mientras tanto, dos de los hombres de Dracula le habían traido a la pobre mujer, que fue inmediatamente empalada. Entonces, trajo a otra mujer y se la entregó al viudo campesino. Dracula, sin embargo, fue cuidadoso de mostrar