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Mostrando las entradas con la etiqueta Marx

Jerencio: Podrán imitarnos...

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 Ya finalizando este año fructífero para nuestras vidas, no voy a detenerme en los simples revisionismos que hacen la mayoría de los medios al ver que no tienen nada que decir. Por supuesto que tampoco se les cae una idea, y esa es justamente la razón de la existencia de Maisonier: acá se dice lo que nadie quiere decir, se muestra lo que nadie quiere ver y se escucha Metallica. Como verán, estoy contento de formar parte de este nuevo emprendimiento que llegó para quedarse, y cuya familia continúa creciendo con la incorporación de las historietas de Juangefencio . Este médico, especialista en abortos y trasplantes penianos, nos va a mostrar la cruda realidad en la que vivimos, bajo la sensualidad de su pincel, y la particular mirada que compartimos los miembros de este diario que no va a parar hasta hacer trizas al monopolio Clarín, y al trolo de Magneto. “¿Y yo qué tengo que ver?”

Jerencio: Tú y yo

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 Mirá que casualidad, por esas cosas de la vida ahora estamos solos, frente a frente, como dos boxeadores que se miran feo y se van a entrar con todo. Mano a mano hemos quedado, diría Martín Fierro. Entonces, aprovechando esta situación, estaría bueno hablar de las cosas importantes. Ojo, también podría cerrar esa ventana con la cortina de los Power Rangers , y cogerte, que sería lo mejor porque te entro como Cristiano Ronaldo a su shampoo preferido (quedaba gracioso si decía la marca, pero después acá me cobran la publicidad). De todas maneras tengo miedo de que me denuncien por violación, o que te guste tanto que te quieras casar conmigo, así que pasaré a explicarte la analogía que se me ocurrió.  No seré Ronaldo, pero esto me deja el pelo re sexy.

Jerencio: Nos siguen mintiendo descaradamente

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Lamento la ausencia de esta columna el viernes pasado, pero una cuestión de improvisto hizo que tengamos que abandonar Maisonier por una semana. Debo admitir que esta situación “de fuerza mayor” me vino bien, porque este fin de semana fue bastante agotador (cumpleaños de un amigo y regreso de otro, tras obtener la armadura de Pegaso). De todos modos, antes de que pregunten “¿a quién carajo le importa tu vida?” aclaro que volví y soy millones; y encima parece que se vienen buenas noticias. No, no dejé la facultad (y parece que no lo voy a hacer nomás, como lo había anticipado). Casios, no tenés chance con la armadura. Moriste por una mina que ni te quería, te la comes doblada. Sigo en el aparato ideológico. ¿Por qué? ¿Y por qué no? Voy a seguir buscando mi verdad ahí, a pesar de las adversidades. Comprendan que hay momentos tontos en los que me siento así, diría Eros, pero ya no sé ni lo que digo. Iré al futuro desde el presente, imaginando lo nuevo que vendrá. Listo. Ahora que...

Jerencio: Días duros

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Finalmente, y tal como lo anticipamos, retornamos tras una semana de descanso que nos otorgó El Excelentísimo Señor Hades . El dueño de Maisonier es una persona bastante exigente: 7 días de excesos con alcohol, mujeres y drogas por doquier no es para cualquiera, así que sabrán comprender la razón de nuestra ausencia. Sin embargo volví, y no en forma de fichas como me hubiese gustado, pero si con una idea que la venía masticando desde principios de año (nunca digan la palabra “masticando” en una conversación, van a ser objeto de burlas). Joda con nuestros amigos de Hong Kong.

No fui nomas.

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Lo dijeron los simpsons el milenio anterior ... la democracia no sirve. Kirchnerismo en estado puro. Sí ... ¿cuál era el sentido de votar? Si a ésta gente le dan un pancho y una coca y ya tienen varios votos asegurados. Ésto no hace más que mostrar que el nivel de pobreza sigue subiendo en éste asqueroso país. Click para agrandar.

Jerencio: "Vivir a lo Yao"

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 La Escuela de Frankfurt es una institución alemana que se formó en los años 30, con un grupo de teóricos marxistas enmarcados en un paradigma crítico (concebían a la sociedad en términos conflictivos, basados en el materialismo histórico y la dialéctica). Estos autores, con Horkheimer, Adorno y Benjamin como máximos exponentes,  propusieron que la filosofía no debía quedarse en estancada en meros postulados teóricos con palabras complicadas, sino que su principal función era la de mejorar la vida de los hombres. Para esto, la filosofía debía poder aplicarse a la realidad social, sustentada por supuesto en un basamento teórico, pero con la capacidad de ponerse en práctica empíricamente. “Horkheimer jamás imaginó que iba a ser citado en un texto de éste blog”