Una vez una alumna me preguntó por qué no creía en Dios, por lo que aproveché la situación para citar al filósofo norteamericano Dave Mustaine. “¿Qué querés decir con que ‘ no creo en Dios ’?, hablo con él todos los días”, le contesté. Por supuesto, su respuesta fue una carcajada, casi como mostrando molestia ante mi atrevimiento de ubicarme al mismo nivel que su Creador . Entonces, ante su insistencia, le aclaré que fue una mentira, aunque no del toda : es cierto que no hablo con el Dios católico todos los días (ni me interesa), pero si lo hice una vez, por lo que pasé a contarle mi historia. Fue una madrugada que salí del boliche temprano y no recuerdo la razón, solo que estaba aturdido de alcohol, y que el auto estaba limpio porque lo había lavado esa tarde. Unas amigas me ayudaron a enjabonar el coche.