Top Ten de Black Sabbath

Nuestro periodista estrella, Jerencio ha vuelto. En esta ocasión nos trae magia de la música.


¿Alguna vez se preguntaron qué sería nuestra vida sin música? Por más que no nos dediquemos a ella, cuesta imaginarnos un momento en el cual no dispongamos de su ayuda, sea para relajarnos, para salir de joda o simplemente para admirar una obra. Lamentablemente el sistema nos está adecuando de a poco a cada vez más mierda que se consume en poco tiempo, con arreglos tecnológicos, ritmos pegajosos y letras sin sentido. Bandas que pegan un hit en un momento, y al otro nos estamos preguntando qué fue de su vida. Es que, claro, se suma a la lógica de consumir, desechar, consumir, desechar.
En fin, en un intento por salvar a la música (?), voy a proponer un adoctrinamiento sobre una de mis bandas favoritas, clave en la creación de mi también género preferido: el heavy metal. Estoy hablando ni más ni menos que de Black Sabbath, conjunto que se formó a finales de los 60, con cuatro ingleses que vivían en los suburbios de Birmingham, trabajando para una fábrica y con pocas esperanzas de imponerse en el mundo. En palabras del cantante Ozzy Osbourne: “éramos un grupo de chicos con suerte que se juntó y pasó algo mágico”.

Imposible describirlo mejor. Cuatro excelentes músicos, pero quizá con no tanto brillo como sus contemporáneos Deep Purple o Led Zeppelin, que crearon un sonido único y novedoso para la época, algo oscuro, gracias a los riffs de Tony Iommy, y la voz tenebrosa de Ozzy.

Entonces, como para hacerlos incursionar un poco en la carrera de esta gran banda, propuse un top ten con sus mejores canciones. Confieso que me costó demasiado porque tienen un montón de joyas, y seguramente no va a faltar el fanático que me acuse de sacrilegio por no haber incluido alguna. Pero bueno, aquí están, estas son:

10. Fairies wear boots

Paranoid (1970)

Las hadas usan botas
Si el primer disco (Black Sabbath, lanzado unos meses antes en el mismo año) se considera la piedra angular del metal, este Paranoid es su consagración. Posee riffs más agresivos que el blues abundante en su primer trabajo, y las líricas son más oscuras aún. En cuanto a esta canción en sí, coincido en que de alguna manera resume todo el álbum, porque tiene riffs potentes y sublimes, un poco del clímax misterioso, y el infaltable ritmo bluesero. De todos los temas sobre drogas de Sabbath (créanme que son muchos) este es el más divertido.



9. Sweet leaf

Master of Reality (1971)

Dulce hoja

Si con los álbumes Black Sabbath y Paranoid hablamos de una especie de creación casi “mágica” y luego una futura consolidación, el Master aparece para demostrar que nada de esto fue casual. Ya las raíces blueseras casi ni se notan, aunque las líricas no sean tan oscuras como sus predecesores. ¿Quién dijo que Sabbath no puede hacer una canción de amor? Sweet leaf es una declaración directa, explicita y sin eufemismos de amor a la marihuana, que tanto le ha dado a muchos artistas, pero que todavía sigue siendo estigmatizada.



8. Megalomania

Sabotage (1975)


De las mejores atmosferas creadas por los británicos para una canción, porque no es simplemente oscura y aterradora como las demás. Es como una gran incertidumbre, no sabés a dónde te va a llevar. No habla de sueños y pesadillas, es un tipo viéndose a sí mismo, intentando comprenderse. En cuanto a lo musical, está lleno de cambios y pasajes instrumentales sublimes. Toda una obra injustamente opacada por otra que se encuentra en el mismo disco, y que a mi entender no tiene nada que envidiar: “Sympton of the universe”.

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7. War pigs

Paranoid (1970)


Si bien no es la única canción con una declaración antiguerra, el contexto de su creación es lo que la hace especial. La Warner Bros iba a lanzar el Paranoid, pero la idea de los músicos era nombrar al disco War Pigs. La empresa no se lo permitió porque Estados Unidos estaba en pleno conflicto de Vietnam, y podía ser ofensivo para un país al cual se quería llegar. Con esta pieza Sabbath demostró que se puede hacer una canción de paz sin caer en lo absurdo del hippie.

6. Heaven and hell

Heaven and Hell (1980)


Acá no está Ozzy en las voces. Lo reemplaza un tal Ronnie James Dio, con una técnica insuperable para cualquier cantante del género. Si a eso le sumamos a un Iommi en su mejor momento, se logra un disco como el Heaven, cuya canción homónima toma el tema de lo diabólico, pero no como en los primeros discos. Este se centra en el punto de vista del mismo ser humano como generador de lo bueno y lo malo. Musicalmente es una obra maestra, quizá un poco más larga de lo que debería, pero está bueno escuchar esa especie de “competencia” entre la voz de Dio y la guitarra de Tony.



5. Into the void

Master of Reality (1971)


Si hay algo que destaca a esta banda son sus riffs. De todos los que tiene, el de Into the void me suena al más “maligno”. Otra canción con narrativa apocalíptica, en donde el clímax es simplemente épico e imposible de explicar con palabras, simplemente hay que escucharlo. Particularmente creo que este tema es la base de otros géneros como el Doom y el Grunge. Dato curioso: de todas las de Sabbath, es la favorita de James Hetfield, cantante de Metallica.

4. Children of the grave

Master of Reality (1971)


A diferencia de War pigs, este tema sobre la guerra le habla directamente a los jóvenes, alentándolos a que no permitan que su futuro se destruya. Como Into the void, es también propulsora de un género metalero: el Thrash. Esto se nota con el comienzo que se corta abruptamente con el riff, para después casi a la mitad cambiar para volverse sutil y tenebrosa. También contiene uno de los mejores solos de Iommy, con cambios de ritmo, y un final que te deja pensando en lo que acabaste de escuchar.

3. Iron man

Paranoid (1970)


No, no tiene nada que ver con el de la película.
Muchos la conocerán por ser utilizada en la banda sonora de la película del superhéroe con el mismo nombre. Otro riff potente que representa al metal, que según palabras del propio guitarrista, simula a un monstruo gritando. Habla sobre un tipo que viaja al futuro y ve lo que le va a pasar a la humanidad, pero nadie le da bola. Especial atención al cambio de velocidad en el solo.



2. Paranoid

Paranoid (1970)


Canción a la cual la banda le debe su fama. El sello Warner les pidió que compongan un sencillo para vender el álbum, en contraste con los temas largos que les gustaba a los británicos, acostumbrados a la improvisación. Así, a las apuradas, salió uno de los mejores riff que escuché y de los más representativos, a la altura de Smoke on the water de Deep Purple.




1. Black Sabbath

Black Sabbath (1970)


No será su mejor tema comparado con otros, pero este es el origen del heavy metal hecho canción, por la temática oscura y la forma de tocar. Ese blues acelerado con riffs no habituales para dicho género, la voz de Ozzy relatando una pesadilla, el buen acompañamiento de la batería y el bajo, junto a las campanas y los truenos, dio como resultado una obra que todavía provoca algo de miedo si se la escucha en el ambiente adecuado. Los ingleses se preguntaron por qué la gente pagaba para asustarse en el cine, y decidieron llevar esto a la música. Vaya si resultó, que el propio James Hetfield contó que sintió miedo la primera vez que escuchó la canción, mientras miraba la portada del disco.



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